INSTALACIONES I
La instalación de agua y saneamiento
Suministro de agua
Hoy en día, disponer de sistemas de suministro de agua y de un sistema de desagúe y alcantarillado nos parece imprescindible. Con el desarrollo de las ciudades aparecieron las primeras redes de suministro de agua por medio de canales y acueductos. En la época romana, acueductos de gran longitud llevaban hasta las ciudades el agua procedente de manantiales. Esta agua se distribuía a continuación a las viviendas, a las fuentes y a los baños públicos, donde existían incluso sistemas para calentarla.
En la actualidad, el agua se recoge y almacena en embalses. Luego pasa por una depuradora y es tratada convenientemente con productos químicos que la potabilizan antes de llegar a las viviendas, colegios o industrias. En regiones como Canarias, debido a la escasez de agua superficial, la mayor parte del agua se recoge del subsuelo, mediante pozos y galerías.
La instalación de agua
Ahora, el agua también nos llega por tuberías de cobre, a través de un contador que mide los metros cúbicos que consumimos. En toda vivienda hay una llave de paso que permite cortar el suministro de agua. También puede haber llaves parciales que permiten, por ejemplo, reparar un lavabo sin dejar de utilizar el resto de la instalación.
El agua ya utilizada sale de nuestra casa por los desagues. A diferencia de las tuberías de entrada de agua, los desagues suelen ser de un material plástico, el PVC. El desagúe general conduce el agua sucia hasta el alcantarillado.
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